Reforma al Aguinaldo: La Nueva Mira del Gobierno Mexicano
Desde la continuación de las regulaciones para las plataformas habitacionales, pasando por una revolución en el trabajo de quienes reparten también a través de plataformas, hasta la reducción de la jornada de trabajo de todos los mexicanos. En la Cámara de Diputados, la nueva Legislatura sigue avanzando con profundos cambios a la Ley Federal del Trabajo (“LFT”), y ahora parece crecer el interés legislativo por incrementar el aguinaldo de los trabajadores. En menos de un mes, ya se suman dos propuestas que buscan duplicar la prestación legal para fijarla en un mínimo de 30 días de salario por año.
La intención de duplicar el aguinaldo no es nueva, en la legislatura pasada también se presentaron propuestas en ambas Cámaras del Congreso de la Unión; el Senado tuvo el mayor avance con el proyecto al dictaminar la iniciativa en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, aunque la discusión no llegó al pleno. Esta semana, se presentó en el Congreso una nueva propuesta para duplicar el aguinaldo en trabajadores del sector privado.
Entre los argumentos para elevar de 15 a 30 días de salario esta prestación, está la disparidad entre el aguinaldo establecido para los trabajadores del ámbito privado y del sector público, pues la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (“LFTSE”) contempla un mínimo de 40 días para gran mayoría de la burocracia que mantiene esas plazas.
La otra propuesta pasó por el Senado en la legislatura pasada, y también promovió un proyecto para duplicar el aguinaldo. Legisladores exponen que, en Latinoamérica, economías como Colombia, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Perú, Argentina y Guatemala reconocen esta prestación con un valor equivalente mínimo a 30 días de salario.
El aguinaldo es una prestación que no ha tenido grandes cambios en los más de 50 años que tiene de reconocimiento en la LFT. La última modificación, fue en 1975 cuando se reconoció el derecho a la parte proporcional para las personas con menos de un año de antigüedad. En la Cámara de Diputados, en la legislatura pasada, se intentó emparejar el aguinaldo de los trabajadores del sector privado con el de los servidores públicos, sin embargo, el proyecto fue desechado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
El año pasado en San Lázaro se presentaron cuatro iniciativas para mejorar la prestación, y se incluyeron aspectos como la posibilidad de que ésta se pague en dos partes, antes del 20 de diciembre, que incremente en dos días por cada año de servicio a partir del tercer año de antigüedad y, exentar del pago del Impuesto Sobre la Renta (“ISR”) esta prestación hasta un monto equivalente a cuatro salarios mínimos. De acuerdo con la Encuesta de Compensación Personal Sindicalizado y no Sindicalizado de AON, compartida por el periódico “El Economista”, el 68% de las grandes empresas ya cuenta con un aguinaldo igual o superior a 30 días, sólo el 34% de los trabajadores del sector privado tiene esta prestación inferior al mes de salario.
El aguinaldo se oficializó en la LFT en 1970, antes de su incorporación como prestación laboral obligatoria, la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (“Profedet”) expuso que, “algunos patrones voluntariamente daban cierta cantidad de dinero a sus trabajadores en el mes de diciembre con motivo de la navidad”. La LFT contempla una sanción que va de los $5,428.00 pesos a los $542,850.00 pesos para las empresas que incumplen con el pago de esta prestación, estableciendo que esta multa puede imponerse por cada trabajador afectado.
En Latinoamérica hay dos casos curiosos sobre la manera de otorgar el aguinaldo, en Panamá esta prestación se cubre en tres partes (durante los meses de abril, agosto y diciembre) y, en El Salvador el monto incrementa conforme a la antigüedad de los trabajadores, iniciando con un piso mínimo de 15 días de salario y pudiendo llegar hasta los 21 días cuando se tienen más de 10 años de servicio en la misma empresa. De acuerdo con un análisis de Neeyamo, el aguinaldo es un derecho protegido por la ley en al menos 15 economías de Latinoamérica, aunque en países sudamericanos como Argentina, Colombia y Uruguay se paga en dos partes, una en julio y otra en diciembre.
Las recientes iniciativas de reforma tendrán que cruzar los mismos caminos legislativos que las anteriores, lógicamente. Sin embargo, la sensación en San Lázaro es que esta vez la LFT si podría llegar a ser reformada.