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Descanso asegurado: La desconexión digital toma fuerza como derecho con la reforma de explotación laboral en México

Por Fourwell
03 Jul, 2024

El 2020 será recordado como uno de los años más oscuros de la Historia universal. La rápida expansión de la pandemia por Covid-19 impactó al mundo entero, y dentro de todos los cambios que generó en la economía mundial, el teletrabajo es quizás el más transformador. Muchos de quienes leen estas líneas recordarán cómo su rutina laboral pasó a estar horas y horas frente a un monitor de computadora.

 

Sin embargo, la modalidad de "home office" también trajo un severo desorden de horas laborales productivas, y en muchísimos casos, de extender la jornada laboral por mucho más de las ocho horas que marca la Ley en México. Hoy, la desconexión digital es un derecho que se reguló con la reforma del teletrabajo. Ante esta nueva regulación, que tipifica como delito de explotación laboral las jornadas de trabajo superiores a la ley, el respeto a los límites de tiempo adquiere un papel cada vez más relevante.

 

El pasado junio entró en vigor la reforma a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, la cual amplió el concepto de explotación laboral para incluir los casos en los que la jornada de trabajo exceden los límites establecidos por la Ley Federal del Trabajo en México (LFT). La modalidad de home office no está exenta de garantizar el derecho a jornadas máximas legales. Sin embargo, la dificultad radica en que los trabajadores remotos no suelen registrar tradicionalmente sus entradas y salidas ni las horas efectivas de trabajo, lo que puede complicar la identificación de la explotación laboral.

 

Además, según lo establecido en el artículo 68 de la Ley Federal del Trabajo, se reconoce el derecho a la desconexión digital. Jimena Sánchez Argoytia, socia fundadora de Employment Legal Aid, compartió ante El Economista que la reforma a la ley busca eliminar el trabajo forzoso u obligatorio, estableciendo plazos y compromisos internacionales que México debe cumplir. En este sentido, resalta la importancia de respetar las jornadas máximas permitidas por ley.

 

Los antecedentes de la reforma se remontan a 1930, cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebró un convenio para eliminar el trabajo forzoso, al cual México se adhirió ese año. A casi 100 años de esa norma internacional, como parte de las medidas adoptadas, hoy se busca capacitar y proteger a los trabajadores de tiempo laboral excesivo. Ésta también fue una de las razones por la que se aprobó en el Congreso mexicano la reforma para sancionar con cárcel las jornadas laborales excesivas, lo que incluye la garantía del derecho a la desconexión y evitar horas extras no justificadas.

 

Por ello, es importante la revisión de contratos, el uso de herramientas tecnológicas para el registro de horas trabajadas y la concientización sobre los derechos laborales, que incluyen el derecho a la desconexión digital. “Se establece una sanción por jornadas laborales excesivas, según la Ley Federal del Trabajo. Es clave garantizar el derecho a la desconexión y evitar horas extras injustificadas”, asegura Sánchez.

 

En este escenario, entre las medidas que pueden tomar las empresas para evitar que se constituya un delito de explotación laboral en el teletrabajo, proporcionar capacitación para informar sobre los derechos relacionados con la extensión del tiempo de trabajo, utilizar tecnología de medición de horas laborales para el registro y asegurarse de que la remuneración sea adecuada suelen ser las herramientas más utilizadas.

 

Los especialistas sugieren que los trabajadores que sientan que sus derechos han sido vulnerados pueden recurrir a instancias legales como la Procuraduría de la Defensa del Trabajo y la Dirección General de Inspección de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para denunciar cualquier irregularidad. O en su defecto, buscar asesoría legal para poder hacer valer lo que, en México, ya es un derecho.