
El peor enemigo de las Pymes: La falta de pólizas de seguros y los riesgos que arrastran para el motor de la economía mexicana
Un proyecto o negocio siempre se inicia con grandes expectativas y por ello se hacen inversiones de capital para instalaciones, maquinaria y contratación de personal, lo cual implica un fuerte desembolso inicial. Lógicamente, estas inversiones varían en sus montos dependiendo del poder de capital inicial de los empresarios, lo cual, en el caso de las Pymes, esos esfuerzos son muchas veces la única fuente de capital con las que cuentan los emprendedores. Pero existe un punto que muchos dejan de lado, y podría ser su talón de Aquiles.
En ese sentido, es recomendable tomar precauciones ante la inseguridad a la que podrían estar expuestos los emprendedores, pues su inversión puede ser considerada de alto riesgo. Según informes publicados por la empresa especialista de seguros Mapfre, la contratación de un seguro enfocado para pequeñas y medianas empresas (Pymes) debe ser una consideración prioritaria. Esto les permitiría a las pymes trasladar la posibilidad de un daño grave en el patrimonio a un gasto pequeño, ya que contar con un seguro es una decisión estratégica que permite a los emprendedores de cualquier actividad apostar por el crecimiento y la continuidad operativa de su negocio, además de que se convierte en una palanca para su desarrollo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que, en el país, existen más 5 millones de empresas registradas; sin embargo, entre 2019 y 2023, se reportaron más de 1 millón de cierres de establecimientos. En esos tiempos en donde la pandemia por Covid-19 afectó al mundo entero, uno de los principales factores, lo constituyó el no gestionar adecuadamente la administración de riesgos. Los emprendedores deben de tomar en cuenta las características de su entorno, a las que nadie está exento, como: la alta exposición a desastres naturales (sismos, huracanes, inundaciones), incendios, asaltos y accidentes, entre otros. La pandemia fue un claro ejemplo.
Las micro, pequeñas y medianas empresas tienen una participación preponderante en la economía mexicana, explicada principalmente por su significativa contribución del 52% al Producto Interno Bruto (PIB) mexicano. Además, generan el 72% del empleo del país, lo que al mismo tiempo explica un significativo aporte a los ingresos fiscales de México. Sin embargo, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), a julio de 2020, el 80% de las pymes no contaban con un seguro en México.
Los especialistas en seguros señalan que en el mercado asegurador hay una gran cantidad de pólizas especializadas en Pymes, donde es posible contratar solo lo que cada negocio requiere, lo que facilita su comercialización para que se efectúe de la manera más eficiente y rápida. Y, sobre todo, que no significa un impacto en los costos de los emprendedores. La necesidad de los seguros para negocios se ve influenciada incluso por el clima, las áreas geográficas, la demografía, los índices de seguridad de la localidad y el giro de la propia empresa.
En un país como México, en el que 75% de las PyMes enfrentan sus desafíos más complicados dentro de sus primeros dos años de vida, se puede anticipar que la mayoría de las organizaciones enfrentará algún tipo de riesgo para la continuidad del negocio. Estar preparado para ello –o no–, será toda la diferencia.
La pandemia quedó atrás, pero sus enseñanzas pueden encontrar nuevos desafíos en los próximos meses, sobre todo ante la inestabilidad que conflictos extranjeros pueden generar en la economía mexicana. Para poder afrontar esos desafíos, parece indispensable que esas empresas estén protegidas ante cualquier factor externo que pueda perjudicarlas. Y contar con una eficiente póliza de seguros es fundamental.